Este lunes se cumplieron 100 años desde el egreso de la primera mujer ingeniera en Chile y el continente, su rol marcó un precedente histórico.
Si bien hoy ingresan más mujeres que hombres a la educación superior, no fue hasta el Decreto Amunátegui (1877) que las universidades permitieron que ellas accedieran a las aulas.
En la actualidad, según cifras del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género (2018), un 53% de las matrículas correspondieron a mujeres. Sin embargo, todavía existe una brecha, pues 1 de cada 4 de áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática) son mujeres.
Una de las que abrió camino en un área masculinizada como las ciencias, fue Justicia Espada Acuña Mena (1893-1980), la primera mujer en estudiar y titularse como ingeniera civil en Chile y Sudamérica.
Proveniente de una familia numerosa, Justicia Acuña, impulsada por su padre, decidió formarse para seguir una profesión, lo que parecía impensado en su época.
Estudió en el Liceo de Aplicación, para luego continuar Pedagogía en Matemáticas en el Instituto Pedagógico. Sin embargo, en 1913 entró a Ingeniería Civil en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile.
Acuña se tituló un 15 de diciembre de 1919 y al año siguiente comenzó a trabajar en Ferrocarriles del Estado como calculista, según Beauchef Magazine de la FCFM. Posteriormente, se dio una pausa durante unos años para formar su propia familia, pero se reintegró a la empresa hasta que jubiló en la década del 50.
A lo largo de los años, Acuña participó de forma activa en el Instituto y el Colegio de Ingenieros de Chile, e incluso existe un premio con su nombre que se entrega a las profesionales destacadas del rubro.