“La cuarta revolución industrial no es igual a las tres anteriores. Tiene un factor distinto: el impacto está sucediendo hoy, en todos los trabajos y en todos los niveles. Podríamos hablar de que es la ´primera revolución del conocimiento´, que implica que tenemos que cambiar de manera profunda nuestros paradigmas, cómo miramos hacia delante, y cómo nos estamos mirando a nosotros mismos”.
La reflexión es de Denisse Goldfarb, directora de Personas de Microsoft Chile, durante la ceremonia de premiación del concurso “Trabajos del Futuro”, actividad organizada por Duoc UC y la incubadora Socialab. ¿El objetivo? buscar las ideas más innovadoras de los empleos del mañana y conocer la visión de quienes se enfrentarán al mundo laboral en los próximos cinco o diez años.
En dicha ocasión, la experta habló sobre cómo enfrentar el nuevo mundo laboral con la irrupción de la tecnología. Según Goldfarb, para adaptarse a la nueva Era Digital la industria tiene la misión de empoderar a sus profesionales, para que estos usen la tecnología a su favor y desarrollen las competencias de empleabilidad necesarias para liderar los próximos cambios que traerá el siglo XXI.
En ese línea, indicó que “el cómo la tecnología empodera a las personas que trabajan en las empresas es por lejos el ámbito más relevante de todos. ¿Por qué? Porque cuando pensamos sólo en el nuevo diseño o producto de mi empresa, pero me olvido de acompañar en este proceso a las personas para que aprendan a un ritmo completamente diferente y se reconviertan en su trabajo, cualquier proyecto va a fallar”.
En ese punto concuerda Fernando Amaya, subgerente de Emprendimiento de Banco Estado, quien dice que “las organizaciones que pretendan tener larga vida requieren estructuras organizativas, formas de trabajo muy fluidos y una cultura organizacional que promueva y refuerce la agilidad y la colaboración. Todo esto no suena muy “tecnológico” y eso es porque estamos convencidos que los desafíos más grandes de las industrias del siglo XXI son culturales y de nuevas formas de trabajar, más que las tecnologías mismas”.
Por eso cree que los paradigmas verticales de organización en las empresas tiene cada vez menos pertinencia y pueden llegar a ser una traba para el desarrollo de las industrias. “Un nuevo modelo de organización tendrá que sustentarse en la realidad de que hoy el saber y el saber hacer están distribuidos y seguirán distribuyéndose tanto dentro como fuera de las organizaciones y que eso abre más posibilidades de crear valor para los usuarios, los trabajadores y la comunidad donde las empresas se desenvuelven”, dice.
Para entender los cambios de paradigma que trae la cuarta revolución industrial, la experta de Microsoft Chile asegura que el área tecnológica de una empresa necesita alinearse con el área de Recursos Humanos, pues son ellos quienes saben qué es lo que motiva a las personas.
“Hoy día la tecnología va de la mano con la gestión de personas, y juntos tienen que avanzar en el diseño de esta nueva etapa, donde una organización tiene que saber aprender, tiene que saber evolucionar, y necesita que las personas estén abiertas al cambio para realmente ser exitosos en esta nueva era”, agrega.
Por su parte, Ignacio Román, gerente de planificación, desarrollo y proyectos de Sodimac, indica que “el mundo está cambiando muy rápido y los clientes exigen cada vez más una mejor experiencia, lo que nos obliga a las empresas a adaptarnos a nuevas formas de trabajar al interior de las organizaciones y crear también soluciones distintas que generen valor para los clientes”.
Las fundamentales competencias de empleabilidad
“La tecnología reinventará los negocios, pero las relaciones humanas seguirán siendo la clave del éxito”, decía Stephen Covey, destacado escritor estadounidense y autor del éxito en ventas “Los siete hábitos de las personas altamente efectivas”. Sin embargo, también es relevante que las personas desarrollen las competencias de empleabilidad del siglo XXI.
¿Cuáles son estas competencias? El último reporte del World Economic Forum dice que el pensamiento analítico, adaptarse a los cambios y la creatividad son las principales habilidades y competencias.
Asimismo, subgerente de Emprendimiento de Banco Estado considera que para trabajar en ambientes laborales cambiantes y dinámicos se requiere de una “actitud proclive y abierta a los cambios en el qué, cómo y con quién se hacen las cosas. No se trata de “soportar” los cambios sino de valorarlos y periódicamente preguntarnos si lo que estamos haciendo y cómo los estamos haciendo es la mejor opción disponible”.
También considera clave para la transformación digital mantener una actitud de apertura y “curiosidad permanente hacia nuevos enfoques y hallazgos en cualquier área que se relacione directa o indirectamente con nuestro trabajo y puedan llevarnos a mejorar lo que hacemos”.
Por otro lado, Ignacio Román señala que en el caso de Sodimac “entendemos que la transformación digital requiere promover una cultura colaborativa al interior de la organización para gestionar la innovación y facilitar los cambios, sumando también sinergias dentro de nuestro grupo y esfuerzos con actores externos del ecosistema de innovación (emprendedores, entidades educacionales, centros de investigación)”.
En ese sentido, Román cree que para fomentar esta cultura digital en las organizaciones “la capacitación es una tarea aún más desafiante, ámbito en el que idealmente debiésemos ser los facilitadores de los nuevos conocimientos y experiencias, y que sean las mismas personas las que de manera protagónica busquen aprender y desarrollarse”.
Las tres misiones
Denisse Goldfarb habló de tres misiones para insertarse de manera exitosa en el mundo laboral del futuro. La primera es aprender, donde los ciclos de aprendizaje tiene que ser cada vez más cortos y donde lo que realmente dará un aprendizaje profundo es lo experiencial.
La segunda tarea es saber reinventarse. “No podemos quedarnos tranquilos con nuestro título universitario, vamos a tener que seguir aprendiendo toda la vida. Las plataformas digitales nos dan conocimiento gratuito. Las mejores universidades del mundo nos dan programas, eso es algo que depende de nosotros, y es importante que nosotros realmente seamos los dueños de nuestra carrera”, aseguró en su exposición en “Trabajos del Futuro” de Duoc UC.
Y la última misión es ser flexibles en el trabajo y adaptarse a la inteligencia artificial. “Se acabó esto de estar 8 horas en el trabajo y que después de eso, vamos a la casa y vivimos nuestra vida personal. Hoy día todo está integrado y todo es perfectamente integrable y podemos vivir ambas experiencias a la vez”, señaló.