En los últimos años durante la temporada de verano un peligro latente son los incendios forestales, una emergencia que ha arrasado con miles de hectáreas de bosques y también viviendas aledañas a cerros y bosques. Todavía queda el amargo recuerdo de los siniestros que afectaron a distintas regiones del país en 2017.
Con la finalidad de detectar el origen de estas catástrofes, el Dr. Cristián Valdés, investigador de la Universidad Católica del Maule tiene una propuesta: el uso de perros entrenados para saber si los siniestros fueron intencionados.
Así lo explica el doctor Valdés: “Cuando hay un incendio, cuesta encontrar el foco en el sitio del suceso. Por ello para poder rastrear posibles restos de gasolina u otro residuo líquido inflamable y establecer intencionalidad en el incendio, se exploró la posibilidad de usar perros entrenados para detectar el olor a combustibles”.
El también bioquímico de profesión y doctor en ciencia aplicada señala que se realizaron pruebas en una zona donde se dispersaron distintas fracciones de gasolina para que fueran analizadas con perros. “Posteriormente se tomaron muestras y se comprobó que los animales fueron capaces de detectar la gasolina, la que fue confirmada con cromatografía gaseosa acoplada a detector de masas”, relata académico de la UCM.
De hecho, esta fue investigación que ganó el primer lugar en el Congreso Iberoamericano de Ciencias Forenses realizado por la Fiscalía Nacional de Santiago. El estudio, titulado “Programa piloto de validación de perros detectores de líquidos inflamables en el contexto de incendios forestales”, utilizó a dichos animales en el rastreo de los combustibles líquidos inflamables.
El estudio, fue desarrollado junto con Gabriela Valdebenito, perito forense que trabaja en el laboratorio de criminalística de Carabineros y que fue la directora de la investigación.
“Fueron años en esto, porque el trabajo con los perros se realiza en Santiago, en la Escuela de Adiestramiento Canino, pero los resultados fueron tan satisfactorios que, a la hora de presentar la investigación en el Congreso, se ganó el premio al mejor trabajo, lo que permitirá comenzar a promover la utilización del canino como una herramienta útil para poder encontrar indicios de combustible en espacios tan abiertos como un incendio”, sostuvo.
Con esto se busca que la fiscalía pueda determinar si los incendios forestales fueron intencionados.
El uso de perros
El experto de la UCM explicó que el uso de perros se da en el siguiente contexto: “a nivel de bioquímico se sabe que instrumentalmente se pueden medir los combustibles con la técnica cromatografía gaseosa acoplada a masas, la que es muy fidedigna y sensible. Sin embargo, un equipamiento así necesita un laboratorio establecido, por lo que no puede ser trasladado al sitio del suceso y al encontrarnos con sitios muy abiertos se dificulta la búsqueda de si hubo o no gasolina, debido a ello, buscamos una herramienta que pudiera ser compatible y ahí nació la idea de hablar con la escuela de adiestramiento canino y ver si estos animales podían ser capaces de detectar combustible”, comentó.
Así, el olfato del perro es fundamental en esta tarea porque, recalca Dr. Valdés, cuando se quema el combustible pierde olor, quedando solo residuos, “lo que en un incendio es más complicado detectar, porque el calor volatiliza lo poco que queda, es por ello que se necesitan niveles de sensibilidad muy bajos, los que superan el olfato humano, pudiendo el perro llegar a esos límites.
En la actualidad, los caninos ingresan al menos 12 horas de apagado el incendio con la idea de resguardar la seguridad del animal. “Tiene que estar todo frío, ya que no funcionan por estrés, deben sentirse cómodos”, acota Valdés.
Asimismo, indica que el proceso para adiestrar a los perros demora entre 3 a 4. Además, añade que el proceso de adiestramiento “funcionan bajo la lógica del premio”. “Los perros son muy cariñosos y juguetones, ya que para ellos es un juego el buscar y encontrar combustible, el premio puede ser el recibir cariño, un alimento o una pelota para jugar”, dice.