Formación

¿Debería cambiar el sistema electoral en Chile? Discuten los beneficios del voto electrónico

India, Estados Unidos, y Alemania son algunos países con experiencia en votación eléctronica. Académicos analizaron si cambiar el actual sistema sería lo mejor en el caso de Chile.

India, Estados Unidos y Francia son algunos de los países que ya han aplicado el sistema de voto electrónico. Entre los beneficios que promete este método se encuentra la mayor rapidez, el aumento de la participación y menores costos asociados a la elección.

En Chile, también se ha abierto el debate respecto a si sería una buena alternativa aplicar este sistema en los procesos electorales del país. Para aportar a la discusión,  el sitio de la Universidad de Chile reunió la opinión de dos académicos del plantel quienes analizaron distintas aristas sobre la posibilidad de insertar esta tecnología.

Desde la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, el profesor Alejandro Hevia, del Departamento de Ciencias de la Computación (DCC), explicó que es importante distinguir entre el voto electrónico presencial y el voto electrónico remoto –por ejemplo desde la casa a través de un computador-.

Respecto a este último sistema, el académico aseguró que su aplicación se encuentra descartada ya que “no tenemos la tecnología necesaria para garantizar la seguridad del voto”.

En el caso del voto electrónico presencial las dudas son en torno a los sistemas de conteo y de seguridad. Sin embargo, Hevia destacó que parte de su potencial es que permitiría plantear la pregunta en distintos lenguajes como mapundungun y quechua, lo que no es posible en el voto impreso.

“Además el tipo de pregunta que se puede hacer es más compleja, planteando alternativas o la posibilidad de ordenar éstas por orden de preferencia, lo que es muy difícil de hacer en la alternativa física”, añadió el académico.

Para el académico, considerando la brecha digital que existe en la población de mayor edad y los costos de mantener un sistema electrónico, lo beneficios podrían estar en duda.

“El principal desafío que tenemos es ver cómo pasamos la confianza del sistema actual a uno electrónico”, aseguró el académico del DCC. “La única forma de resolverlo es teniendo experiencias piloto pequeñas en elecciones de bajo perfil, como organizaciones gremiales pequeñas, centros de estudiantes o juntas de vecinos, para ir entendiendo cómo funcionan estos sistemas, en qué confía la gente y en qué no”.

La confianza en el sistema tradicional

Por su parte, la académica Claudia Heiss, del INAP, recalcó que para las elecciones nacionales es importante que el sistema sea confiable. “Para mí no hay duda que es mejor el sistema físico. Desde que tenemos la cédula única las elecciones funcionan bien y se han ido arreglando los problemas con el padrón”, aseguró.

Para Heiss esto no significa que el sistema electrónico no pueda aplicarse en algunos casos más acotados, como por ejemplo las consultas comunales o en votaciones internas de los partidos. 

La académica advirtió acerca del caso de países como Holanda, Alemania y Reino Unido, donde pese a haber implementado el voto electrónico en el pasado, todos retornaron al sistema del voto físico.

Finalmente, Heiss enfatizó en la necesidad de contar con medios de seguridad necesarios en el caso de reemplazar el sistema físico. “Creo que cada vez habrá más cuestionamientos al uso de tecnologías y big data en eventos políticos, entonces hay que tener ojo ante la posibilidad de que aumenten las posibilidades de manipulación“, puntualizó.

Para revisar más información sobre este tema puedes visitar el sitio de la Universidad de Chile. 

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