Hace unos días, en Estados Unidos ocurrió un fenómeno astronómico que hace 99 años que no sucedía: el sol fue tapado por la luna.
Se trató de un eclipse solar que se vivió de un extremo a otro del territorio estadounidense. Desde Carolina del Sur hasta Oregón, y en este último lugar, donde el increíble hecho se apreció en su máximo esplendor, había un astrónomo de la Universidad de Antofagasta.
Su nombre es Christian Nitschelm, quien estuvo en la ciudad de Madras, condado de Oregón, lugar que por su ubicación geográfica era el mejor para presenciar el eclipse.
El propio Nitschelm narra lo sucedido: “Estábamos (yo y tres otras personas) en un sendero en la cumbre de una colina, en un punto que nos ofrecía una vista de 360 grados. El tiempo era claro, salvo por algunas nubes muy delgadas, y vimos llegar el cono de sombra de la Luna, justo antes de la totalidad, y luego lo vimos alejarse”.
De su experiencia, cuenta que se trató de un eclipse cuya fase total fue de solo 2 minutos y 4 segundos, donde “tuve tiempo de sacar 50 fotografías, además de mirar el cielo hacia el horizonte y ver el planeta Venus, así como de observar el eclipse total con mis binoculares. Seis manchas solares eran visibles en el disco solar y tres protuberancias durante la fase total”.
En 1918 fue la última vez que en el país norteamericano la luna se puso delante del sol. Por eso desató tanta expectación; hasta se hizo un llamado a ocupar un tipo especial de lentes –incluso el presidente Donald Trump figuraba observando el hecho sin los resguardos de protección-.
El eclipse fue parcial en otros países latinoamericanos y parte de Europa Occidental. En el caso de Chile, de acuerdo a los expertos, habrá que esperar hasta julio del 2019 y diciembre del 2020 para presenciar el hecho astronómico.