La Universidad Academia de Humanismo Cristiano es el plantel donde estudia psicología Gustavo Gatica, joven que perdió la visión tras el impacto de perdigones por parte de carabineros.
Este hecho, uno de los más lamentables de la crisis social que vive el país, motivó a que a la institución generar una serie de instancias para apoyar el regreso de Gustavo a clases, donde sus compañeros están aprendiendo el sistema de escritura braille.
El rector de la UAHC, Álvaro Ramis, destacó que “Gustavo tiene toda la voluntad de ser psicólogo, sus compañeros están preparándose para recibirlo y con ganas de aprender braille y de capacitarse para trabajar en grupo con él. Es, sin duda, el aspecto positivo de esta posibilidad que tenemos de acompañarlo y estar con él”.
A esto se suma la inauguración del Centro de Tecnologías Inclusivas, iniciativa que estaba programada antes de que estallara la crisis para formar a estudiantes y comunidad en el recibimiento y acogida de alumnos y alumnas con diversos grados de discapacidad visual, auditiva o de movilidad.
“Si bien íbamos a presentar el Centro de Tecnologías Inclusivas a mediados de octubre, la contingencia postergó la actividad y en ese mes ocurrió el lamentable atentado contra nuestro estudiante Gustavo Gatica. Esto, de alguna manera hizo evidente la necesidad de contar con una comunidad preparada para la inclusión. En ese contexto, los mismos compañeros de Gustavo manifestaron su intención de capacitarse en estas buenas prácticas por lo que la inauguración del Centro de tecnologías Inclusivas ocurre en un óptimo momento”, explica Isca Leyton, responsable de la Dirección de Justicia Social, Igualdad e Inclusión (DIJUS) de la universidad que planeaba este proyecto desde el año 2014.
Este centro cuenta con una impresora 3D para realizar diseños y piezas volumétricas a partir de herramientas que los estudiantes ciegos requieran; escáner capaces de convertir textos en audio o textos en imágenes que pueden ser “leídos” por otros softwares para personas con discapacidad visual; sets de útiles para trabajo practico con puntos braille y otro equipamiento electrónico adaptado. También hay una cineteca de cine con audio descriptivo.
Asimismo, se entregaron manuales de apoyo dedicados a la comunidad de estudiantes, profesores y funcionarios con prácticas inclusivas en la sala. Esto incluye evitar el rayar libros que impidan ser escaneados por la tecnología de reconocimiento óptico, la manera correcta de hablar con una comunidad con diferentes tipos de discapacidad o simulaciones del uso de bastón en el caso de alumnos ciegos. Incluso, dentro de poco se concretarían talleres de test de Rorschach en braille.
“Estas innovaciones servirán de soporte para todo lo que Gustavo necesite, también sus compañeros que deseen aprender a usar estas tecnologías para su propio uso, su trabajo práctico o el desarrollo profesional que contemplen más adelante”, señala Leyton.