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Científica de la U. Austral descubre clave para diferenciar el sexo de una almeja y mejorar estudio de su población

Esta especie tiene un valor económico para muchas familias, por ser uno de los moluscos de mayor extracción y fundamental para la pesca artesanal.

La doctora Marcela Astorga, académica del Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral de Chile (UACh) y directora del Doctorado en Ciencia de la Acuicultura, descubrió cómo diferenciar el sexo de la almeja Ameghinomya antiqua, especie que tiene un importante valor económico para muchas familias chilenas, por ser uno de los moluscos de mayor extracción en el país y fundamental para la pesca artesanal.

Aunque sigue siendo relevante, esta almeja enfrenta un tiempo de escasez en lugares donde hace décadas abundaba. Por eso, la identificación del sexo puede contribuir en conocer la proporción existente entre machos y hembras, permitiendo la posibilidad de repoblar, además de un monitoreo más efectivo.

Astorga detectó su diferenciación pese a que los antecedentes científicos afirmaban de la inexistencia de dimorfismo sexual -diferencias en rasgos fenotípicos (tamaño, forma o coloración) entre machos y hembras de una misma especie- en estas almejas.

Así explicó cómo llegó a su hallazgo. “Nosotros íbamos sexando, esto es definir el sexo de la almeja abriéndola, ya que externamente esto no es posible. Al abrir tantas almejas, empezamos a detectar un patrón de diferenciación de color entre hembras, que presentaron una gónada blanquecina, y machos que, presentaron gónadas anaranjadas. Entonces, comenzamos a corroborar todas las almejas al microscopio y vimos que el patrón se mantenía”, relata la Dra. Astorga.

La doctora y su equipo evidenciaron el dimorfismo sexual a partir de la recolección de casi mil almejas en distintas localidades de la Región de Los Lagos. Todo bajo el marco de un proyecto Fondef, que desde 2016 buscaba analizar la distribución de población de almejas, cuando sorpresivamente detectaron una diferencia entre machos y hembras.

Protección de la almeja

Si bien el molusco es importante para la pesca, desde la UACh señalan que “este recurso no cuenta con normativas regulatorias para su extracción, es decir, no existe veda. Esto se convierte en un problema para la sustentabilidad futura de un recurso marino que durante los últimos 15 años ha visto sus bancos naturales reducidos y, en algunos casos, desaparecidos”.

Asimismo, la académica agrega que “en los últimos 20 años se ha ido gradualmente reduciendo los volúmenes de extracción, es una evidencia directa. Hay un caso dramático en Ancud, donde los bancos desaparecieron, hubo una extinción local. La primera hipótesis es la sobreexplotación: la presión de los pescadores sobre el recurso hace que los bancos naturales no alcancen a reponerse”.

Ahora el desafío es conservar el equilibrio de la población de almejas y encontrar el punto donde su extracción no supere la capacidad del banco natural para la repoblación adecuada. En ese sentido, Astorga dice que en las costas chilenas se encuentra una proporción 50/50 entre machos y hembras, cuando lo ideal es que la proporción sera tres hembras por cada macho.

Otro hallazgo del estudio de la doctora Astorga es que esta almeja no está en todo Chile, sino que solo entre Valdivia y Punta Arenas. En tanto, lo que se encuentra en las caletas del centro y norte es la taca, especie con un aspecto muy similar en su exterior, y que se consume mayoritariamente en las zonas inmediatas.

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