En tiempos donde se han revelado una ola de casos de abusos y acosos sexuales sufridos por estudiantes de distintas partes del mundo, una universidad holandesa creó un sistema para brindar el apoyo que necesitan.
Mediante algoritmos de la inteligencia artificial y de machine Learning, la Universidad de Maastricht desarrolló el primer chatbot destinado a víctimas de acoso.
Esto permite que al afectado o afectada de cualquier tipo de violencia, y que no se siente seguro de contar su experiencia en voz alta, establecer un diálogo con el chatbot, y luego este analiza el mensaje, pregunta sobre la naturaleza, lugar y fecha del suceso y aconseja sobre la instancia a la que acudir, que puede ser desde la policía, un hospital o un psicólogo.
“Los sociólogos que nos han asesorado señalan que no todo el mundo tiene fuerzas de revivir lo ocurrido ante otros”, señaló Jerry Spanakis, profesor asistente del departamento de Ciencia de Datos e Ingeniería del Conocimiento, en Maastricht, e investigador jefe del proyecto.
Por esa razón, dijo Spanakis, el chatbot busca que “los y las afectados se sientan seguros y no tengan vergüenza, de modo que los datos recogidos y procesados son anónimos. Tuvimos en cuenta la empatía, por supuesto, porque se trata de una máquina y no de un interlocutor humano, de modo que todavía estamos ajustando las preguntas a las historias, para que puedan recibir una contestación adecuada. Hemos empezado en inglés y luego lo haremos en neerlandés, aunque no descartamos otras lenguas”, cuenta.
El experto también añadió que “otra de las razones de este chatbot es que muchas víctimas no denuncian porque creen que no les harán caso, y el culpable quedará impune. De ahí el apoyo de la policía y el Consistorio de Maastricht, que es el ámbito donde queremos actuar por ahora. Si el usuario consiente, sus datos son almacenados manteniendo el anonimato, y pueden ayudar a los agentes a reconocer el lugar de abuso en el plano de la ciudad y su frecuencia. De todos modos, esperamos afinar aún más el tipo de preguntas formuladas con ayuda de las víctimas, para estar seguros de que vamos por el buen camino”.
Para la creación del chatbot se usaron como ejemplo alrededor de 12.000 informes escritos por víctimas reales en diferentes años. Después los casos se dividieron en cinco categorías: abuso verbal, no verbal (con gestos o actitudes), abuso físico y físico grave y otras formas de acoso.
En un comienzo comenzará a operar en Maastricht a partir del 2020, pero Spanakis espera que al mediano plazo “su acceso sea libre a través de una web abierta y sin interés comercial”. También cree que la herramienta puede ser útil para los departamentos de recursos humanos de las empresas.