Según un estudio publicado por la revista The Lancet, los nacimientos prematuros han ido en aumento, donde uno de cada diez partos en el mundo ocurre antes de las 37 semanas de gestión; mientras que en Chile esto se asocia al 8% del total de nacimientos.
Ante esta realidad, se creó un emprendimiento que busca entregar contención a estos bebés, que por su condición necesitan de una atención médica más rigurosa para su desarrollo.
Se trata de ‘600 gramos de vida’, un proyecto que crea un colchón que imita las condiciones mecánicas del útero materno para el correcto desarrollo fisiológico y neuronal del recién nacido.
La iniciativa fue creada por Candelaria Molina, ex alumna de Diseño de la Universidad del Desarrollo, como parte de su proyecto de título, que en un comienzo buscaba solucionar la calidad de espera de los pacientes en el sistema público, pero al ver que la mayoría de estos eran niños, y que muchos asistían como consecuencia de la prematuridad, cambió el enfoque de su emprendimiento.
Molina indicó al sitio de la UDD que observó en la ficha de ingreso de los menores que “muchos de ellos venían (por ser invierno) con problemas de asma y neumonía, porque el sistema respiratorio se ve muy afectado al nacer prematuramente”.
Luego, cuenta que la doctora Paula Daza, subsecretaria de Salud Pública, fue clave en este proceso, “ya que ella fue quien me guió y me contó sobre el problema del sistema respiratorio, siendo una causa común al ser prematuro”. “Entonces el enfoque cambió al ser una realidad que afectaba a muchos niños”, indicó.
El cuidado de un bebé prematuro
Según lo indicado por Molina, el diseño de su proyecto fue creado para facilitar la labor del personal de salud, ya que la elasticidad del colchón actúa como un útero para lograr fortalecer la musculatura del bebé, estimularlo sensorialmente y ayudarlo con el sistema propioceptivo.
“El colchón se preocupa de trabajar los problemas del recién nacido desde el inicio para evitar que lleguen a terapias después; mejorar su estadía en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal (UCIN) y disminuir la percepción de dolor de los padres que ven a su bebé en la incubadora”, explicó.
De esta manera, la diseñadora busca llegar a instituciones públicas y a familias de bajos recursos con un diseño de calidad y de bajo costo. “No hay sistema de contención que permita llegar al punto medio que llega ‘600 gramos de vida’, de por ejemplo mantener al bebé en la posición flectora y, a su vez, permitir el movimiento voluntario e involuntario del niño con seguridad”, aseveró.
‘600 gramos de vida’ se adjudicó fondos de la convocatoria VIU, Tecnología y Salud (Fondef). También participó en el programa SSAF Desafío Diseño, lideradas por ‘Mujeres del Pacífico’, CORFO y Escuela de Diseño UC. Además fue becada por la organización Comunidad Mujer.
En la actualidad, el producto está en etapa de validación y se espera que esté listo en marzo del próximo año. Mientras que los desafíos a largo plazo de Candelaria son hacer una línea de productos médicos para mejorar los servicios de salud.