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Ser demasiado exigente consigo mismo puede derivar en un trastorno obsesivo y de ansiedad generalizada

Investigación de la Universidad de Hiroshima dice que personas que viven sus días con sentimientos intensos de responsabilidad o son muy exigentes consigo mismo están más proclives a desarrollar Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) o Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG).

Una reciente investigación de la Universidad de Hiroshima indica que las personas que viven sus días con sentimientos intensos de responsabilidad o son muy exigentes consigo mismo están más proclives a desarrollar un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) o Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG).

Las personas con TOC se sienten torturadas por pensamientos negativos recurrentes y desarrollan alguna estrategia para prevenirlo. El TAG es un tipo de ansiedad muy generalizada que hace que se preocupen por todo”, describe en el ‘International Journal of Cognitive Therapy’ el profesor asociado Yoshinori Sugiura de la Universidad de Hiroshima.

La investigación detalla que tener ansiedad o comportamientos similares a los del TOC, como verificar si la puerta está cerrada con llave, son más bien comunes en la población general, sin embargo es la frecuencia e intensidad de estos comportamientos o sentimientos lo que marca la diferencia entre un rasgo y un desorden del carácter.

“Por ejemplo, usar dos grabadoras de audio en lugar de una sólo por si una falla. Tener dos grabadoras mejorará su trabajo, pero si prepara muchas grabadoras interferirá con su trabajo”, explica Sugiura.

La investigación del equipo que conforma Suguira, donde participa el profesor asociado de la Universidad de Florida Central Brian Fisak, fue encontrar una causa común para estos trastornos y simplificar las teorías detrás de ellos, pues consideraron que en psicología cada trastorno que sufre un paciente tiene varias teorías contrapuestas sobre sus causas.

Uno de los ejes del estudio fue explorar la “responsabilidad inflada” de la cual hay tres tipos: Responsabilidad para prevenir o evitar el peligro y/o daño; Sentido de responsabilidad personal y culpa por los resultados negativos; y Responsabilidad de continuar pensando en un problema. El grupo de expertos combinó las pruebas utilizadas para estudiar el TOC y el TAG, puesto que no había ningún trabajo previo que comparara estas pruebas en el mismo estudio.

De esta manera, buscaron establecer si la responsabilidad inflada era un predictor de TOC o TAG a partir de un cuestionario en línea a estudiantes universitarios estadounidenses. Así constataron que los encuestados que obtuvieron puntuaciones más altas en las preguntas sobre responsabilidad tenían más probabilidades de exhibir comportamientos que se parecen a los de los pacientes con TOC o TAG. Asimismo, la responsabilidad personal y la culpa y la responsabilidad de seguir pensando, tenían el vínculo más fuerte con los trastornos.

Si bien los investigadores aclararon que este estudio preliminar no es representativo de la población general debido a la pequeña escala y la población sesgada (en su mayoría mujeres universitarias), los hallazgos sugieren que este formato se puede aplicar a una población más grande con resultados similares.

Por último, Sugiura indicó que están estudiando cómo reducir la responsabilidad y los resultados preliminares son alentadores. Y cuando se le pidió algún consejo para reducir la ansiedad o los comportamientos obsesivos, dijo que “una manera muy rápida o fácil es darse cuenta de que la responsabilidad está detrás de su preocupación. Le preguntó a los pacientes por qué están tan preocupados y responden ‘porque no puedo evitar preocuparme’ pero no piensan espontáneamente ‘porque siento responsabilidad’. Simplemente darse cuenta de ello disociará el pensamiento de responsabilidad y el comportamiento”.

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Comentarios
  • Buenos días! Muy bueno y claro el tema. Sin embargo los que padecemos T.O.C no nos resultan tan simple discriminar la responsabilidad de la preocupación .


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