“Los niños son mejores en matemáticas” y “las niñas son buenas en lenguaje” son dos mitos que hasta hace poco nadie se cuestionaba. Estas creencias, que en los últimos años han sido refutadas por múltiples investigaciones y expertos, son en parte responsables de una de las mayores brechas que hoy existen en la educación superior: la selección de carreras según género.
Y es que si bien en Chile no hay impedimentos para que mujeres u hombres accedan a cualquier carrera técnica o profesional de su preferencia, según cifras del Servicio de Información de Educación Superior (SIES) el 81% de los alumnos que estudian carreras relacionadas a la tecnología y ciencias exactas son hombres, mientras que el 76% de la matrícula en programas asociados a la salud o educación son mujeres.
Esta brecha es significativa y tiene efectos a largo plazo en aspectos como los ingresos y la empleabilidad de las personas. Por ello, terminar con estos estereotipos y permitir que los jóvenes tomen decisiones basadas en su verdadera vocación, talento, habilidades y proyecciones a futuro, se ha consolidado como un objetivo del Gobierno y de las instituciones de educación superior.
Mujeres que se atreven con la tecnología
Bárbara Farías ya se acostumbró a ser una de las únicas dos mujeres en su sala de clases. Hace tres años ingresó a estudiar Ingeniería en Informática en Duoc UC y hoy es una de las alumnas más destacadas de su generación.
Así como ella, cada vez son más los jóvenes que están atreviéndose a ingresar a una carrera dominada por el sexo opuesto y cambiando la percepción de que hay algunas carreras que son diseñadas “para hombres” o “para mujeres”.
En el caso de Bárbara tomar la decisión no fue fácil. A pesar de que su vocación siempre estuvo en el área tecnológica e incluso se especializó en telecomunicaciones en el Liceo Politécnico Andes Duoc UC, al salir de cuarto medio optó por matricularse en Técnico en Enfermería.
“A mi la enfermería no me gustaba mucho, pero lo hice porque mi papá se enfermó de diabetes y yo había sido bombera, entonces sentía que el área de la salud me podía servir”, cuenta.
A nivel mundial, es frecuente que las mujeres se matriculen en carreras relacionadas a la salud y a la educación, ya que tradicionalmente se ha vinculado a la mujer con el cuidado de otros, especialmente niños, ancianos y personas enfermas.
Por eso, las carreras que concentran mayor presencia femenina en Chile según el Consejo Nacional de Educación son: Educación Diferencial (95% de mujeres), Psicopedagogía (92%) y Pedagogía Básica (84%). En el área de la salud, las mujeres dominan casi todas las carreras menos Medicina. Los programas con mayor presencia femenina son Obstetricia (93%) y Nutrición (88%).
Área de la salud Mujeres dominan casi todas las carreras menos Medicina
Por el contrario, las carreras relacionadas a la tecnología, tradicionalmente han sido dominadas por el género masculino.
Para Bárbara superar los prejuicios de sus compañeros cuando recién ingresó a estudiar significó un desafío. “Ahora que nos conocen saben que nosotras podemos ser un aporte real. Pero al principio, cuando hacíamos trabajos en grupo, nos decían cosas como: ‘Ya, ustedes encárguense de que el informe quede más ordenadito, que quede más bonito’, recuerda.
Sin embargo, la alumna rápidamente pudo demostrar sus capacidades y llegó a obtener la nota más alta en Programación y Desarrollo de Software, incluso comenzó a hacerle clases a algunos compañeros de contenido que no entendían bien.
“A pesar de que muchos programas o lenguajes de programación han sido creados por mujeres, en estas carreras se le sigue dando la preferencia a los hombres”, reconoció la alumna. “A muchas mujeres les da miedo estudiar algo relacionado a la tecnología, porque se ve difícil y piensan que no se la van a poder, pero en realidad no lo es. Me parece importante que nos demos cuenta que nosotras podemos hacer un cambio”, añadió Bárbara.
La Directora de la Escuela de Informática y Telecomunicaciones de Duoc UC, Ximena Sibils, explicó que actualmente la transformación digital es algo transversal a las industrias y por ende la demanda por profesionales calificados es alta.
“Si bien es un nicho muy atractivo, aún hay desconocimiento sobre este tipo de carreras y por eso hay que seguir atrayendo a las mujeres, porque nosotras tenemos mucho que aportar. Las mujeres somos igualmente exhaustivas en el consumo de tecnología, pero participamos muy poco de su desarrollo, falta sensibilizar sobre este rubro ya que aún se ve como un área muy dura y a veces masculina. Estamos llamadas a transformar el mundo desde estas carreras”, dijo Sibils.
El mundo de la salud: Una oportunidad para los hombres
Cuando Bryan Garrido se matriculó en Ingeniería en Informática en Duoc UC, no se imaginó que años más tarde se encontraría estudiando Técnico en Enfermería en la misma institución.
“Desde muy pequeño me incliné por un área mas científica, mostrando mucho interés por el área de la salud”, cuenta el alumno. “Después de cursar el primer semestre de Ingeniería en Informática, conocí la carrera Técnico de Enfermería y comencé a investigar un poco mas de la carrera. Me percaté que mostraba un enfoque mucho más integral y cercano con el paciente, que otras carreras de la misma área, que es en lo que me interesaba desenvolverme, sin perder su base anatomofisiológica, que siempre me gustó”, cuenta Garrido.
A pesar de que programas como enfermería, y en general las carreras del campo de la salud, tradicionalmente han sido asociadas al género femenino, hoy cada vez son más los hombres que se atreven a incursionar en este campo laboral.
“Definitivamente el género ya no es un factor que prime al momento de considerar estudiar esta carrera, ya que se ha logrado dispersar la idea y por ende el estigma de que es netamente una carrera femenina”, aseguró Garrido.
Por su parte, el director de la Escuela de Salud Duoc UC, Dr. Luis Enrique Rodríguez, explicó que la mayor presencia de hombres en este tipo de programas responde, por una parte, a la mayor relevancia y demanda que existe en torno a la educación superior técnica, pero también a que las carreras de Salud “son muy vocacionales. Tenemos una matrícula que se llena de inmediato y hay muy poca deserción. La gente que ingresa a estos programas son personas que tienen vocación de servicio”.
El director también añadió que la mayor presencia de hombres en estos programas es un gran aporte a las instituciones de salud, ya que muchos de esos alumnos una vez que ingresan al mercado laboral se especializan en áreas como la atención de urgencia o de adultos mayores, que requieren un mayor esfuerzo físico.
“La diversificación de estas carreras sin duda que es un aporte al ambiente al interior de la escuela y hasta el momento no hemos tenido ninguna dificultad, la integración de los hombres que cada vez se interesan más por estos programas se ha dado de forma muy natural”, aseguró Rodríguez.