Mañana martes 22 de enero es el estreno de la nueva Línea 3 del Metro, que incluye una extensión de 22 kilómetros, con 18 estaciones que cruzarán las comunas de Quilicura, Conchalí, Independencia, Santiago, Ñuñoa y La Reina.
Sin embargo, a sólo un día de su inicio, un grupo de vecinos de La Reina interpuso un recurso de protección y una orden de no innovar en contra la compañía estatal para evitar que se inaugure el tramo entre Plaza Egaña y Fernando Castillo Velasco.
Esto debido a que los habitantes acusan vibraciones y ruidos cuando pasan los trenes debajo de sus viviendas. “La marcha blanca ha deteriorado gravemente la calidad de vida de más de 100 familias”, señala uno de los reclamantes. Pese a esto, la Ministra de Transportes, Gloria Hutt, descartó la postergación de la puesta en marcha.
Por otro lado, el experto en transporte urbano y académico de la Universidad de Santiago, Rodrigo Martin, califica la fecha de apertura de la nueva línea como “oportuna”. “Este plazo es como extender la marcha blanca, porque enero y febrero son periodos bastante más distendidos que marzo, lo que posibilita un proceso de aprendizaje que permitirá revisar que todo esté operativo y funcionando bien”, afirma.
Según el especialista, “los periodos de vacaciones, cuando tenemos menos personas en Santiago y, por lo tanto, menos saturación y congestión, permiten un momento menos demandante en términos de necesidad de movilidad”, sostiene. A su juicio, ello permite reducir el margen de problemas en el servicio que ofrece el ferrocarril metropolitano.
Respecto a los problemas de ruidos que acusan vecinos de La Reina y Ñuñoa, la ministra Hutt señaló que son “bastante simples de resolver y en el corto plazo”. De hecho, para este lunes estaba anunciado el comienzo de las mediciones de vibraciones en las casas cercanas a la estación Plaza Egaña y la nueva estación Fernando Castillo Velasco, para evaluar el impacto en la vida de quienes habitan estos sectores.
Descomprime y amortigua fallas
Rodrigo Martin considera que la Línea 3, en vez de sobrecargar el sistema con más pasajeros, distribuirá dicha sobrecarga en distintas líneas y estaciones.
“La línea 3 intersecta varias líneas y genera puntos de cruce como una trama”, afirma el académico de la Escuela de Arquitectura del plantel estatal. “Esta línea no es un embudo hacia la Línea 1, sino que es una grilla que distribuirá esa sobrecarga de pasajeros”, asevera.
Cabe señalar que la Línea 3 considera lugares de combinación con la Línea 4 en Plaza Egaña, con la Línea 6 en Ñuñoa, con la Línea 5 en Irarrázaval y Plaza de Armas, con la Línea 1 en Universidad de Chile y con la Línea 2 en Puente Cal y Canto.
Finalmente, el académico asegura que la línea 3 permitirá amortiguar las fallas que se generen en otras líneas. “Es importante la resiliencia que adquirirá la red, donde una grilla o cuadrícula dará una capacidad bien importante de reacción ante cortes o accidentes”, concluye.