Basta fumar un solo cigarro de marihuana para que cambie el cerebro de un adolescente. Esto según un estudio de investigadores de la Universidad de Vermont (Estados Unidos), que analizó a 46 jóvenes de 14 años de Irlanda, Inglaterra, Francia y Alemania.
Los resultados apuntan que el cerebro de menores que consumieron una o dos veces marihuana presentaban más volumen de materia gris, en comparación con quienes nunca lo habían consumido, en la amígdala cerebral, que está asociada al miedo y otros procesos derivados de las emociones, y en el hipocampo, relacionado con el desarrollo de la memoria y las habilidades espaciales.
Según el estudio, publicado en la revista The Journal of Neuroscience y que forma parte de un proyecto llamado Imagen, las diferencias entre cada grupo persistieron a pesar del control de otras variables como el sexo, nivel socioeconómico, consumo de alcohol y tabaco.
De esta forma pudieron demostrar que habían asociaciones entre el aumento del volumen de materia gris en los consumidores de cannabis de bajo nivel y las evaluaciones de razonamiento y ansiedad.
De acuerdo a los expertos, en esa edad el cerebro del niño “experimenta un proceso de ‘poda’, donde se vuelve más delgado, en lugar de más grueso, ya que refina sus conexiones sinápticas”.
En ese sentido, el doctor Carlos Ibáñez, jefe de la Unidad de Adicciones de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de la U. de Chile, señaló a El Mercurio que “al tener más sustancia gris significa que no han tenido una buena ‘poda sináptica’. En la adolescencia se optimizan las conexiones neuronales. Que haya un aumento de la sustancia gris significa que estas conexiones no están siendo optimizadas o lo hacen de manera menos eficiente”.
Asimismo, recalcan en el estudio, debido al rol que cumple el sistema cannabinoide endógeno en el desarrollo cerebral durante la adolescencia, los jóvenes pueden ser vulnerables a los efectos del THC, principal componente psicoactivo de la marihuana.
Cabe señalar que los científicos sólo analizaron cuatro países concretos y que se necesita investigación adicional para determinar si su descubrimiento se puede aplicar a otras poblaciones.