En abril del próximo año se estrenará la octava y última temporada de “Game of Thrones”, una de las series de televisión más exitosas de todos los tiempos y ganadora de más de 300 premios, entre ellos los Emmy y los Globos de Oro.
El impacto e interés de la producción de HBO, basada en los libros de George R.R. Martin, ha sido tan grande que incluso fue analizada por la ciencia.
Y es que el fanatismo por el programa llevó a que dos investigadores de la Universidad de Macquarie de Australia realizaran un estudio epidemiológico para determinar qué personajes tienen la posibilidad de sobrevivir en la última etapa, considerando que de los 330 personajes, 186 ya han muerto.
Sin importar su popularidad o la relevancia que tengan en la trama, la muerte acecha a todos en Game of Thrones. Por eso analizaron cada uno de los fallecimientos y concluyeron que la mejor forma de mantenerse vivo es cambiando alianzas.
El ejemplo que de esto es Tyrion Lannister, que pasó de defender a los Lannister a ser consejero de Daenerys Targaryen. Asimismo, dicen que los personajes tienen altas posibilidades de morir si no son miembros de las familias más importantes.
Resultados
En el desglose del estudio se destaca que el 73,7% de los personajes mueren por culpa de heridas, especial en la cabeza o el cuello. Por otro lado, sólo hay dos muertes naturales (la del Maestre Aemon y la Vieja Tata), mientras que los otros decesos son por quemaduras (11,8%) y envenenamientos (4,8%).
En tanto, las circunstancias más comunes de muerte son durante un asalto o ataque (63%) o en operación de guerra (24,4%).
También identificaron que la probabilidad de morir dentro de la primera hora de la aparición de un nuevo personaje es de un 14%; y el tiempo de supervivencia de los personajes oscila entre 11 segundos y 57 horas y 15 minutos, con un promedio de 28 horas y 48 minutos.
“Hemos identificado varios factores que pueden estar asociados con una mejor o peor supervivencia, lo que puede ayudarnos a especular sobre quién prevalecerá en la temporada final”, señaló el doctor Reidar Lystad, autor del estudio.
Estudio de la U. Macquarie, Australia.