Comprar bonos médicos, desbloquear dispositivos móviles y firmar documentos, son algunos de los muchos usos de la huella dactilar. De hecho, desde fines del siglo XIX esta ha sido la técnica más utilizada para identificar a las personas.
Pero un estudio de la Universidad San Sebastián demostró que con los años los seres humanos pierden su huella. El análisis fue realizado por investigadores de la Facultad de Medicina y Ciencia de la USS y se centró en adultos mayores que residieran en hogares de ancianos.
Según los resultados, el 48% de los adultos mayores no tenían dactilograma. Esto es, el conjunto de crestas y surcos que se encuentra en la piel de los dedos, manos y pies.
El académico de Medicina de la USS, Juan Luis Silva, explicó al sitio de la universidad que los resultados comprueban que la huella dactilar no es inalterable. Además, el experto recalcó que se debe avanzar hacia otras formas de identificación.
“En Chile estamos envejeciendo a pasos agigantados y esta pérdida del dactilograma impactará en la forma en que se accede a trámites de uso cotidiano, por lo que es esperable que se complemente con otro tipo de tecnología identificatoria”, afirma el docente.
¿Cuándo desaparece la huella?
En las mujeres la edad mínima en la que se desvanece la huella dactilar es a los 63 años. En los hombres, por otro lado, es a los 66.
La académica Claudia Araya, también académica de Medicina, explicó al sitio de la USS que la diferencia podría relacionarse con diferencias genéticas entre hombres y mujeres asociadas al envejecimiento.
En el equipo investigador también participó el alumno Nicolás Barraza. Una de las recomendaciones del estudio es incorporar en el Registro Civil la identificación genética (ADN) Esto, concentrándose en la población que presenta más riesgo de perder la huella dactilar, tomando en cuenta los altos índices de enfermedades mentales asociadas a la vejez como el Alzheimer.