La disminución en la brecha digital traería a los adultos mayores enormes beneficios como medio de interacción social y cultural.
Así lo afirma el investigador de la Universidad de Talca, Medardo Aguirre, quien participó del proyecto Fondef “El maltrato estructural a las personas mayores en Chile: Formulación de un índice multidimensional”, impulsado por académicos de las facultades de Economía y Negocios y Ciencias Jurídicas y Sociales de la Casa de Estudios.
El análisis del Centro de Estudios de Opinión Ciudadana (Ceoc) de la institución reveló que la falta de acceso a computadores (58%) e internet (44%) y no saber usar un computador (67,5%), se encuentran entre las principales carencias de los adultos mayores que viven en Talca.
Analfabetismo digital y calidad de vida
En esa línea, Aguirre señala que el analfabetismo digital tiene un impacto directo sobre la calidad de vida de las personas porque actualmente “la tecnología juega un rol relevante en la forma de comunicarse e interactuar con los demás”.
Según explican desde el establecimiento de educación superior, el desconocimiento de los beneficios que pueden ofrecer estas herramientas sería uno de los factores que incidirían en la ausencia de medios digitales en la vida de los adultos mayores.
A lo que Aguirre agrega que “también podrían ser explicados por el déficit educacional de este segmento, considerando que ellos vivieron políticas educacionales que no obligaban a la educación completa”.
Falta de relación intergeneracional
El académico explica que otros resultados relevantes arrojan que la falta de actividades con personas más jóvenes (64,5% dijo no haberlas tenido el último año) les permitirían recibir y/o trasmitir aprendizajes para la vida diaria.
“Por otra parte 39% no se ha contactado con algún amigo en el último mes, cifra que se repite para quienes afirman no conocer a nadie fuera del hogar que les pueda prestar apoyo, resultados que podrían hacer presumir algún grado de soledad y aislamiento”, añade.
Sobre el rol de la sociedad y el Estado, Medardo Aguirre comenta que “la sociedad tiene la obligación de ayudarlos a reducir esta brecha generacional y tecnológica. Es necesario generar políticas públicas que permitan a los adultos mayores prepararse e integrarse al escenario de la sociedad del conocimiento y la información”.