
En Chile alrededor de un 26% de quienes ingresan a una carrera técnica o profesional desertan después del primer año de carrera.
Ya sea por motivos económicos, vocacionales, o solo por querer cambiarse de institución, la deserción en la educación superior se considera generalmente como algo negativo, algunos lo ven como “tiempo perdido”.
Sin embargo, recientemente la Universidad Curting de Australia publicó un estudio que busca cambiar esta percepción.
El foco de la investigación criticaba la visión del “todo o nada” con la que normalmente las políticas públicas, los empleadores y la sociedad miran la educación superior, y rescataba los beneficios y aprendizajes que adquieren los estudiantes que solo alcanzan a cursar algunos semestres.
El estudio fue publicado en Higher Education Research & Development y consideró la opinión de más de 700 alumnos que habían abandonado sus carreras
Uno de las primeros puntos que destaca el documento es que la educación superior ofrece muchos beneficios que no están solo relacionados con obtener un título, sino que con generar redes de contactos, obtener amistades y desarrollar una comprensión más amplia del mundo.
El estudio señala que para la mayoría de los estudiantes encuestados el tiempo dedicado a una carrera incompleta significó una “experiencia clarificadora” y les entregó acceso a “fuentes de conocimiento útiles”, así como oportunidades de crecimiento personal.
El futuro de la educación superior
Subestimar estos beneficios, señala el documento, sería un error considerando la importancia que en el mundo actual tiene el concepto de “aprendizaje permanente”.
En ese sentido, señala que en el futuro el rol de la universidad y la educación técnica estará cada vez más orientado a ofrecer alternativas educativas para que las personas puedan estar constantemente perfeccionándose, donde el centro esté puesto en el aprendizaje no sólo en obtener un título.
Es por eso que “debe haber espacio para que la participación universitaria exitosa constituya algo más que solo finalizar una carrera y obtener un empleo en ese campo”.
Ian Cunninghame, quien dirigió el estudio como parte de su tesis doctoral, aseguró quienes salen de la educación superior sin haber obtenido un título “tienen la capacidad de utilizar el conocimiento que adquirieron en ese período y pueden aprovechar esos conocimientos, por ejemplo, en entrevistas laborales”.
El investigador señaló que el objetivo de su trabajo fue “expandir las perspectivas sobre lo que significa la universidad. No solo en términos laborales, sino los beneficios sociales y culturales que los estudiantes pueden obtener de ella”.